Alternativas para una menstruación sostenible

Alternativas para una menstruación sostenible

Las compresas y los tampones son el quinto plástico de un solo uso más encontrado en el fondo oceánico

 A pesar de que la menstruación es un proceso natural, hoy en día aún sigue siendo un tema tabú. No se está hablando suficiente de los prejuicios y del desconocimiento que rodean la regla: los dolores menstruales, el trastorno disfórico premenstrual, la amenorrea, los ovarios poliquísticos, la sobremedicalización de las pastillas anticonceptivas y un largo etcétera. Sin embargo, la parte positiva es que cada vez más gente se está sumando a vivir su regla de forma sostenible y consciente, tanto por el planeta como por cambiar la forma con la que vivimos la regla (desde el asco) para vivirla como lo que es: un proceso natural de nuestros cuerpos. 


¿Qué es la menstruación sostenible?

Como ya sabemos, la menstruación es el desprendimiento del endometrio en forma de sangre por la vagina. Ocurre cada 28 días aproximadamente, y para no manchar la ropa interior ni las sábanas las personas que menstrúan normalmente utilizan tampones, compresas o salvaslips que absorben la sangre. El problema es que estos productos menstruales no siempre son cuidadosos con la vulva y la vagina y pueden producir infecciones; son de un solo uso y resultan muy contaminantes.

La menstruación sostenible propone reducir al máximo el uso de productos menstruales desechables y sustituirlos por productos reutilizables, como la copa, las compresas de tela o las bragas menstruales. No obstante, la menstruación sostenible también contempla utilizar ningún producto menstrual y servirse de técnicas del sangrado libre o la del flujo instintivo libre. 

 

 Los productos menstruales sostenibles

Existen muchas alternativas a los tampones y compresas. Si justo estás pensando en pasarte a la menstruación sostenible, puede ser difícil escoger cuál es la mejor opción para ti o saber cómo hay que utilizar cada producto. A continuación, te mostramos cuáles son las principales opciones y su uso:

  • La copa menstrual

Esta es una de las opciones más populares entre quienes tenemos la regla. Es un recipiente en forma de copa hecho de silicona hipoalergénica respetuosa el pH vaginal y que se introduce en la vagina como un tampón. Si te resulta incómodo introducirla, puedes untarla de lubricante antes. Notarás que está bien puesta cuando se abra y se haga el vacío en el útero, esto hará que la sangre menstrual se vaya depositando dentro de la copa. 

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A la hora de vaciar la copa, tienes que apretar con los dedos en la punta de manera que entre aire y puedas tirar de ella hacia fuera sin perjudicar tu suelo pélvico. Una vez vaciada, la aclaras con agua (y jabón neutro si tienes) y te la vuelves a colocar. La copa tiene grandes ventajas: puede aguantar hasta 12 horas sin ser vaciada (aunque es recomendable hacerlo antes), puede durar hasta 10 años y es muy higiénica. Sin embargo, no te recomendamos este producto si siempre te ha sido muy molesto usar tampones o si estos te producen reacciones alérgicas.

  • Ropa interior menstrual

Todo el mundo que tiene la regla debería tener unas bragas menstruales en su cajón de la ropa interior. A pesar de tener el aspecto de la clásica ropa interior, las bragas menstruales están diseñadas para absorber el flujo menstrual sin manchar la ropa que llevas puesta, gracias al tejido con el que están hechas, que es drenante, absorbente, transpirable e impermeable. Absorben la misma cantidad de flujo que tres o cuatro tampones. Son útiles, muy cómodas y totalmente inodoras. 

Si se quiere pasar todo el ciclo menstrual con este producto, es recomendable tener hasta tres o cuatro bragas porque es necesario lavarlas tras su uso. Para lavarlas, lo mejor es con agua fría, jabón textil y sin suavizante. Además, tienen la gran ventaja es que se secan muy rápido. 

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Además, tienen la gran ventaja de que se secan muy rápido. Si se realiza correctamente el lavado, las bragas menstruales pueden durar hasta dos años.  Por otro lado, para quienes se sienten más a gusto llevando calzoncillos, la marca Les Girls Les Boys está especializada en calzoncillos menstruales. Mucha gente lo que hace también es combinar el uso de bragas menstruales y la copa, para evitar pérdidas.

  • Compresas de tela

Por último, para aquellas personas que prefieren el uso de compresas durante su menstruación, existen las compresas de tela. Es exactamente el mismo concepto que el de las compresas tradicionales, pero las de tela son un poco más gruesas y tienen que lavarse también con agua fría y jabón textil, sin suavizante. Para cubrir un ciclo menstrual, lo ideal es tener varias para que dé tiempo a limpiarlas y que se sequen. Si se lavan siguiendo las indicaciones, pueden durar hasta tres años.


Otras técnicas de menstruación sostenible

Durante la menstruación, se puede escoger si recoger o no el sangrado con productos menstruales. A lo mejor, te incomodan este tipo de productos o simplemente no quieres usar ninguno. No hay que olvidar que tener la regla es algo natural y que la forma en la que vives tu menstruación es una decisión personal. En este sentido, desde hace unos años se han ido popularizando dos formas de vivir la menstruación desde el activismo para naturalizarla: el freebleeding (sangrado libre) y el free flow instinct (flujo instintivo libre). ¿En qué consisten estas técnicas?

Freebleeding

El freebleeding o sangrado libre es la práctica de menstruar sin bloquear el sangrado de la regla. Empezó como un movimiento activista en la década de los 70 para protestar contra el síndrome del shock tóxico, una infección poco común pero grave que pueden provocar las bacterias que crecen en los tampones.

El sangrado libre es una forma de visibilizar la menstruación y todo el estigma que la rodea, aunque también es la forma de vivir la menstruación escogida por muchas personas que hacen teletrabajo o que pasan mucho tiempo en casa. 

Free flow instinct

Por otro lado, está el flujo instintivo libre, que es otra técnica de sangrado libre. Esta técnica se basa en el hecho de que, contrariamente a lo que pensamos, la menstruación no es un flujo constante de sangre, sino que es intermitente. Por lo tanto, con mucha práctica y aprendiendo a escuchar el cuerpo, se puede llegar a saber el momento exacto en el que se va a evacuar la sangre. ¿Cómo? La idea es que cuando sientas que la sangre está pasando por el cuello del útero, contraigas el suelo pélvico para mantenerla dentro de la vagina hasta que vayas al baño y la dejes caer. Puedes tardar varios ciclos en coger la técnica, pero todo el mundo puede hacerlo con algo de práctica.


Las ventajas de pasarte a la menstruación sostenible

1. Beneficioso para el medio ambiente

Según un estudio realizado por la Comisión Europea, los productos menstruales son el quinto plástico de un solo uso más encontrado en el fondo oceánico. Se calcula que menstruamos durante aproximadamente 40 años de nuestra vida. La regla dura, de media, unos cinco días por ciclo menstrual, y al día se utilizan unos cuatro tampones o compresas; esto supone que, a lo largo de la vida, se gastan entre 11.000 y 16.000 productos menstruales de un solo uso. Esto se traduce en unos 125-150 kg de plástico por persona que tarda más de 600 años en descomponerse.

2. Beneficioso para tu bolsillo

Al mes, si usas tampones o compresas tradicionales gastas entre 10 y 15 €, aproximadamente. Al año, esto se traduce en 180 € de media. Si, generalmente, se tiene la regla cada mes a lo largo de 40 años, al final te puedes llegar a gastar más de 7.000 € en esos productos desechables. Eso sin contar los medicamentos para el dolor menstrual o la ropa interior nueva para sustituir la que vas manchando.

Por otro lado, la copa, las compresas de tela o las bragas menstruales tienen un coste de entre 20 y 40 € de media y duran, como mínimo, más de dos años. En concreto, la copa puede durar hasta diez años, las compresas hasta dos y las bragas menstruales hasta tres.

3. Beneficioso para tu cuerpo

Lo mejor de pasarse a la menstruación sostenible es, sin duda, el proceso de autoconocimiento que tiene lugar una vez das el paso. Tanto si practicas el sangrado libre como si usas la copa, las bragas o las compresas reutilizables, es inevitable que haya un cambio de concepción sobre tu propia menstruación. Cuando utilizas compresas y tampones desechables, la regla no es nada higiénica y encima huele mal. Esto lo provocan los químicos de estos productos, que no son nada respetuosos con el cuerpo y llevan disruptores hormonales que te hacen sangrar más. En cambio, cuando empiezas a utilizar bragas, compresas de tela o la copa de silicona, o incluso pruebas a no ponerte nada y que la regla vaya bajando siguiendo su curso; te das cuenta de que ni sangras tanto ni es para nada asqueroso o apestoso. La menstruación sostenible supone una reconexión con el propio cuerpo y una reconciliación con la menstruación.



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